1. Elegir el shampoo adecuado según tu tipo de cabello, si es el caso, específico para cabellos tratados con calor.
2. Durante el lavado, tener cuidado de no frotarlo ni tocarlo con mucha fuerza. Colocar el shampoo y dejarlo actuar por 30 segundos. Se recomienda utilizar agua tibia.
3. Emplear el acondicionador en las puntas del cabello, como si fuera una crema para la piel, humedeciendo el cabello y cerrando las cutículas. No enjuagar demasiado para que realmente proteja las puntas que son las más dañadas.
4. Cuando se tiene el cabello largo se debe separar en dos para peinarlo y lo principal es no desenredarlo desde arriba sino desde abajo (en las puntas) y luego ir subiendo poco a poco.
5. Antes de usar una plancha para alisarse el cabello, este debe estar completamente limpio, además se debe aplicar un producto protector previamente para reducir el daño.
6. Evitar exponer a las fuentes de calor una misma sección de cabello más de una vez, esto puede causar daño innecesario. Apretar, lentamente, secciones de cabello de tres dedos de largo por vez y trabajar en pequeñas secciones para actuar sobre la manera en que cada cabello interactúa con el de al lado.
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